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SALUDYPSICOLOGIA.COM » Psicoanálisis
Psicoanálisis
#psicoanalisis

El síntoma se convierte en nuestra referencia clínica fundamental, a partir de él podemos situar la orientación particular que cada sujeto encontró para su larga historia de vida, de vida escandida, incitada, interferida por el lenguaje. ¿Qué orientación es la del síntoma? La orientación de lo real, la orientación del significante excluido a la vez del campo de la significación y del sentido. Esta es la última definición de lo real que da Lacan: es lo que no tiene sentido y, sin embargo, encuentra en el síntoma un representante en el campo del sentido. El síntoma es lo que viene de lo real.

De los 3 registros de Jacques Lacan: LO REAL Psicoanálisis
SALUDYPSICOLOGIA.COM » Psicoanálisis »
Martes 27 de junio de 2017

De los 3 registros de Jacques Lacan: LO REAL

El síntoma se convierte en nuestra referencia clínica fundamental, a partir de él podemos situar la orientación particular que cada sujeto encontró para su larga historia de vida, de vida escandida, incitada, interferida por el lenguaje. ¿Qué orientación es la del síntoma? La orientación de lo real, la orientación del significante excluido a la vez del campo de la significación y del sentido. Esta es la última definición de lo real que da Lacan: es lo que no tiene sentido y, sin embargo, encuentra en el síntoma un representante en el campo del sentido. El síntoma es lo que viene de lo real.

Lacan no creía en el progreso, ni siquiera en el progreso de su enseñanza. Había encontrado sus intuiciones fundamentales ya en 1953, cuando en su primera conferencia en Roma, Función y campo de la palabra y del lenguaje introdujo la terna simbólico-imaginario-real. Por eso en su tercera conferencia en la Ciudad eterna, que llama La tercera, sabe que vuelve, que vuelve sobre sus pasos. “La tercera es siempre la primera”: así comienza esa conferencia. Lo cual no quita su relevancia al hecho de que al volver, lo repetido, difiera. Es el principio del acto, es decir, de una verdadera repetición: añadir, retroactivamente, sobre la primera ocurrencia, una diferencia, modificarla retroactivamente, aprovechar esa dimensión de Otra cosa de la que el significante, al permanecer en lo real, nos deja con las ganas.

3. En esa oportunidad, Lacan reseña tres definiciones de lo real que ha dado a lo largo de los años. Ninguna de las tres es descartada, ninguna de las tres es mejor. Las tres son buenas e incompletas. Hemos comenzado por la tercera, el síntoma que viene de lo real.

1. En la primera, Lacan dice que lo real es lo que retorna siempre al mismo lugar. Tiene la ventaja de permitir distinguir lo real de la realidad, ya que ésta se basa en un principio formulado por Freud en su texto La negación, donde explica: “el fin primero y más inmediato del examen de realidad no es hallar en la percepción real un objeto que corresponda a lo representado, sino reencontrarlo, convencerse de que todavía está allí”. A lo que Lacan, en su seminario sobre Las psicosis comenta: el sujeto debe reencontrar su objeto, y no lo reencuentra jamás, es precisamente en eso que consiste el principio de realidad.

Esta definición de lo real implica una connotación expulsiva, lo que retorna no lo hace a la realidad, sino que vuelve adonde el sujeto no percibe lo que, sin embargo, le concierne: no ve eso que lo mira, no escucha el objeto que lo invoca. Lo real que le concierne, lo real alterado por el significante, es inconsciente. Por eso si el objeto a tiene algo de real, es en tanto está afuera de la realidad, como su marco, incluso como su sostén. “El campo de la realidad no se sostiene sino por la extracción del objeto a que no obstante le da su marco”, escribió en nota a su Cuestión preliminar..., donde explica el esquema R.

#ansiedad

Fuente: Paul Crits-Christoph, Tratamiento psicodinámico - interpersonal para el Trastorno de Ansiedad Generalizado (TAG) University of Pennsylvania.

Tratamiento Psicodinámico - Interpersonal para el Trastorno de Ansiedad Generalizado (TAG) Psicoanálisis
SALUDYPSICOLOGIA.COM » Psicoanálisis »
Sábado 24 de junio de 2017

Tratamiento Psicodinámico - Interpersonal para el Trastorno de Ansiedad Generalizado (TAG)

Fuente: Paul Crits-Christoph, Tratamiento psicodinámico - interpersonal para el Trastorno de Ansiedad Generalizado (TAG) University of Pennsylvania.

Roemer y Orsillo proponen la integración de técnicas basadas en la aceptación con tratamientos cognitivo-conductuales para el trastorno de ansiedad generalizado (TAG), haciendo foco en la preocupación como una forma de evitación. En un enfoque psicodinámico-interpersonal del TAG, esta evitación se conceptualiza en términos de mecanismos de defensa. Los determinantes interpersonales de los sentimientos de evitación son abordados a través de la formulación y la interpretación de temas de relaciones conflictivas centrales. Dado que el TAG es un trastorno refractario crónico que involucra múltiples elementos, es probable que el tratamiento del TAG requiera, en última instancia, la implementación de un amplio abanico de técnicas provenientes de las corrientes cognitiva, conductual, interpersonal, psicodinámica y de aceptación.

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#border

En el imaginario psicológico subyace una fuerte asociación entre borderline, vida tormentosa y destino penoso. Desde el campo de la clínica los profesionales tienden a prepararse para afrontar un tratamiento difícil, turbulento y con alta posibilidad de fracaso. Esto produce a veces un sesgo por el cual ciertos pacientes críticos con su terapeuta, que se enojan con él o evolucionan mal, suelen ser sobrediagnosticados como borderline. De todos modos, los cuadros borderline, junto con los esquizoides y los antisociales, son trastornos de personalidad graves y frecuentes, a tal punto que constituyen el 25% de los pacientes psiquiátricos hospitalizados y el 15% de los pacientes ambulatorios. 

El Self en el Borderline Psicoanálisis
SALUDYPSICOLOGIA.COM » Psicoanálisis »
Sábado 24 de junio de 2017

El Self en el Borderline

En el imaginario psicológico subyace una fuerte asociación entre borderline, vida tormentosa y destino penoso. Desde el campo de la clínica los profesionales tienden a prepararse para afrontar un tratamiento difícil, turbulento y con alta posibilidad de fracaso. Esto produce a veces un sesgo por el cual ciertos pacientes críticos con su terapeuta, que se enojan con él o evolucionan mal, suelen ser sobrediagnosticados como borderline. De todos modos, los cuadros borderline, junto con los esquizoides y los antisociales, son trastornos de personalidad graves y frecuentes, a tal punto que constituyen el 25% de los pacientes psiquiátricos hospitalizados y el 15% de los pacientes ambulatorios. 

Fuente: Alfredo Ortiz Frágola; EL SELF EN EL BORDERLINE El mito del fracaso, Clínica Psicológica y Psicoterapias: Psicoterapias, Emergencia e Interconsultas Cátedra: I Código: 70 Universidad de Buenos Aires, Facultad de Psicología.

No es un dato menor el origen del concepto borderline, un constructo cambiante en el campo de la psicopatología. Del terreno límite entre neurosis y psicosis surgen los trabajos pioneros de los psicoanalistas Helen Deutsch y Robert Knight en los años 40 y 50. De allí en más se produce una frondosa bibliografía sobre este tipo de pacientes, que para algunos autores no son más que neuróticos graves con áreas de funcionamiento psicótico, para otros son esquizofrénicos pseudo neuróticos y para otros constituyen una entidad con psicopatología específica y estable, la organización fronteriza de la personalidad.

Lo cierto es que la patología grave reserva un espacio principal para el borderline. Su reflejo en el equipo terapéutico dibuja caóticas vivencias contratransferenciales y un clima de stress y desesperanza que por añadidura muestra parte de las vivencias tempranas del propio paciente. Situaciones de abuso infantil o tempranas relaciones objetales patógenas producen en el paciente un self sub o sobreestimulado, que tarde o temprano será experimentado, como vacío o como descontrol, por el propio terapeuta.

CRISIS Y ERRORES EN EL TERAPEUTA DEL BORDERLINE

En la práctica clínica con estos pacientes difíciles es común hallar, especialmente en adultos jóvenes, situaciones críticas que generan alarma en los pacientes, en sus familias y en los terapeutas encargados de estos casos. Lesiones autoinflingidas, amenazas de suicidio, estados confusionales y disociativos con síntomas delirantes luego de la ingestión de drogas, violencia familiar o relaciones de pareja caóticas, se asocian y generan intensas reacciones contratransferenciales. Entonces la frustración del terapeuta ante la presunta inutilidad de sus esfuerzos se acompaña de frustración, rabia y dudas por su propia competencia.

#sueño

Los sueños sirven de compensación. Esta suposición significa que el sueño es un fenómeno psíquico normal que transmite a la consciencia las reacciones o impulsos espontáneos del inconsciente. Muchos sueños pueden interpretarse con la ayuda del soñante, el cual proporciona, a la vez, las imágenes del sueño y las asociaciones que provocan, con lo cual se pueden examinar todos sus aspectos.

El arquetipo en el simbolismo onírico - Carl G. Jung Psicoanálisis
SALUDYPSICOLOGIA.COM » Psicoanálisis »
Lunes 04 de julio de 2016

El arquetipo en el simbolismo onírico - Carl G. Jung

Los sueños sirven de compensación. Esta suposición significa que el sueño es un fenómeno psíquico normal que transmite a la consciencia las reacciones o impulsos espontáneos del inconsciente. Muchos sueños pueden interpretarse con la ayuda del soñante, el cual proporciona, a la vez, las imágenes del sueño y las asociaciones que provocan, con lo cual se pueden examinar todos sus aspectos.

Este método es adecuado en todos los casos corrientes como cuando un familiar, un amigo o un paciente nos cuenta un sueño durante una conversación. Pero cuando se trata de sueños obsesivos o muy emotivos, las asociaciones personales provocadas en el soñante no suelen bastar para una interpretación satisfactoria. En tales casos, hemos de tener en cuenta el hecho (primeramente observado y comentado por Freud) de que, con frecuencia, en el
sueño se producen elementos que no son individuales y que no pueden derivarse de Ia experiencia personal del soñante. Esos elementos, como ya dije antes, son lo que Freud llamaba "remanentes arcaicos", formas mentales cuya presencia no puede explicarse con nada de la propia vida del individuo y que parecen ser formas aborígenes, innatas y heredadas por la mente humana.

Así como el cuerpo humano representa todo un museo de órganos, cada uno con una Iarga historia de evolución tras de sí, igualmente es de suponer que Ia mente este organizada en forma análoga. No puede ser un producto sin historia como no lo es el cuerpo en el que existe. Por "historia" no doy a entender el hecho de que Ia mente se forme por sí misma por medio de una referencia consciente al pasado valiéndose del lenguaje y otras tradiciones culturales. Me refiero al desarrollo biológico, prehistórico e inconsciente de Ia mente del hombre arcaico, cuya psique estaba aun cercana a Ia del animal.

Esa psique inmensamente vieja forma Ia base de nuestra mente, al igual que gran parte de la estructura de nuestro cuerpo se basa en el modelo anatómico general de los mamíferos. 

En Ia practica, por decirlo de otro modo, el psicólogo no solo debe tener una experiencia suficiente acerca de los sueños y otros productos de Ia actividad inconsciente, sino de Ia mitología en su mas amplio sentido. Sin esos conocimientos, nadie puede descubrir analogías importantes; ni es posible, por ejemplo, ver Ia analogía entre un caso de neurosis compulsiva y otro de clásica posesión demoníaca, sin un conocimiento eficaz de ambos.

#sueño

En los sueños, los símbolos se producen espontáneamente porque los sueños ocurren, pero no se inventan; por tanto, son Ia fuente principal de todo lo que sabemos acerca del simbolismo.

El analisis de los sueños - Carl G. Jung Psicoanálisis
SALUDYPSICOLOGIA.COM » Psicoanálisis »
Lunes 04 de julio de 2016

El analisis de los sueños - Carl G. Jung

En los sueños, los símbolos se producen espontáneamente porque los sueños ocurren, pero no se inventan; por tanto, son Ia fuente principal de todo lo que sabemos acerca del simbolismo.

"Aprendan cuanto puedan acerca del simbolismo; luego, olvídenlo todo cuando estén analizando un sueño."

Este consejo es de tal importancia practica que hice de el una norma para recordarme que jamas puedo entender lo suficiente el sueño de otra persona para interpretarlo correctamente. Hice eso con el fin de detener el torrente de mis propias asociaciones y reacciones, que, si no, podrían prevalecer sobre las incertidumbres y titubeos de mi paciente. Como es de Ia mayor importancia terapéutica para un analista captar el mensaje especial de un sueño (es decir, Ia contribución que el inconsciente esta haciendo a la mente consciente) lo mas exactamente posible, es para el esencial explorar el contenido de un sueño en su totalidad.

Deseaba que el proceso curativo surgiese de la propia personalidad del paciente, no de mis sugestiones que podrían tener solo un efecto pasajero. Mi finalidad era proteger y preservar Ia dignidad y Ia Iibertad del paciente de modo que pudiera vivir según sus deseos. Antes de construir teorías generales sobre el hombre y su psique, tenemos que aprender mucho mas acerca del verdadero ser humano del que nos vamos a ocupar.

El individuo es Ia única realidad. Cuanto mas nos alejamos del individuo hacia ideas abstractas acerca del homo sapiens, mas expuestos estamos a caer en el error.

#jung

Para los junguianos el sueño no es una especie de criptograma típico que puede descifrarse mediante un glosario de significados simbólicos. Es una expresión integral, importante y personal del inconsciente individual. Por tanto, Ia interpretación de los sueños, ya sea por el analista o por el propio soñante, es para los psicólogos junguianos un asunto totalmente personal e individual (y, a veces, también experimental y muy largo) que, en modo alguno, puede confiarse a normas empíricas.

El hombre y sus símbolos - Carl G. Jung Psicoanálisis
SALUDYPSICOLOGIA.COM » Psicoanálisis »
Lunes 04 de julio de 2016

El hombre y sus símbolos - Carl G. Jung

Para los junguianos el sueño no es una especie de criptograma típico que puede descifrarse mediante un glosario de significados simbólicos. Es una expresión integral, importante y personal del inconsciente individual. Por tanto, Ia interpretación de los sueños, ya sea por el analista o por el propio soñante, es para los psicólogos junguianos un asunto totalmente personal e individual (y, a veces, también experimental y muy largo) que, en modo alguno, puede confiarse a normas empíricas.

ACERCAMIENTO AL INCONSCIENTE

Carl G. Jung.

Una palabra o una imagen es simbólica cuando representa algo mas que su significado inmediato y obvio. Tiene un aspecto "inconsciente" mas amplio que nunca esta definido con precisión o completamente explicado. Ni se puede esperar definirlo o explicarlo. Cuando la mente explora el símbolo, se ve llevada a ideas que yacen mas allá del alcance de la razón.

El hombre también produce símbolos inconsciente y espontáneamente en forma de sueños.

#solteria

Según parece -al menos es lo que revelan las estadísticas-, el número de gente sola aumenta año tras año en las grandes ciudades. Sin embargo, estos números se refieren a la falta de pareja heterosexual. 

El revés de la soltería Psicoanálisis
SALUDYPSICOLOGIA.COM » Psicoanálisis »
Miércoles 22 de junio de 2016

El revés de la soltería

Según parece -al menos es lo que revelan las estadísticas-, el número de gente sola aumenta año tras año en las grandes ciudades. Sin embargo, estos números se refieren a la falta de pareja heterosexual. 

Pero, aclaremos rápidamente que si bien es cierto que no se trata de una elección forzada, también es cierto que la soltería que inquieta como síntoma contemporáneo no corresponde a una elección ética. El soltero de hoy en día no es un dandy, ni un snob, ni un cínico (en el sentido en que lo era Diógenes, masturbándose en su tonel a la vista de todos), ni un asceta. No es un célibe en lo que esto implica de renuncia (el celibato impuesto por la iglesia al clero, por ejemplo). Tampoco es la soltera de García Lorca, esa soltería femenina porfiada, que hace de la falta virtud.

Se entiende que cuando hablamos de solteros no nos referimos a un estado civil (si bien esto no es indiferente). En castellano el soltero es, como su nombre lo indica, el que esta suelto, y se aplica tanto a los hombres como a las mujeres o a las bestias. Me gusta mucho cuando el diccionario da, como ejemplo: Esos bueyes están solteros, porque permite comprender fácilmente que lo contrario no sería que estuvieran casados. Se entiende así que el revés de la soltería no es ningún pacto simbólico sino un lazo cuya naturaleza diversa trataremos de precisar.

La soltería contemporánea es, más bien, la del desencuentro. Al menos esa es la que llega a los consultorios de los analistas. Y es que aunque el psicoanálisis puede demostrar que la proliferación de los productos de la ciencia favorece el goce autista, y que cada vez es más fácil satisfacer la pulsión sin tener que pasar por el partenaire sexual, lo cierto es que quien ha encontrado una suplencia tan lograda de la relación sexual inexistente no recurre, habitualmente, al consultorio del analista. Es la dura experiencia de los analistas con los verdaderos toxicómanos, por ejemplo. Cuando los hilos del lazo social se aflojan, también se aflojan los lazos con el psicoanálisis.

Para dirigirse al analista, la ética del soltero, la del que toma al pie de la letra la falta de relación con el Otro no sirve. Para dirigirse al analista hay que creer que el encuentro con el Otro es posible, y hay que suponer que cuando no se produce o bien es por culpa del sujeto o bien por la falla del Otro. En una palabra, para dirigirse al analista hay que ser incauto. Y no se trata de ninguna clase de bobería, sino de la posición ética que Lacan recomienda -opuesta a la del cínico-, y única acorde con el discurso del analista.

#culpa

Es muy poco lo que podemos elegir, son tantas las determinaciones que restringen nuestra libertad. Múltiples, variadas, apabullantes muchas veces, y ya desde el comienzo; no elegimos nacer, ni dónde, ni el tiempo en que nos toca vivir; llegamos a la existencia biológicamente prometidos a la muerte y determinados por una ciega y desconocida carga genética, que a su vez condiciona una anatomía o bien de varón o bien de mujer.

Actuar primero y elegir después Psicoanálisis
SALUDYPSICOLOGIA.COM » Psicoanálisis »
Martes 17 de mayo de 2016

Actuar primero y elegir después

Es muy poco lo que podemos elegir, son tantas las determinaciones que restringen nuestra libertad. Múltiples, variadas, apabullantes muchas veces, y ya desde el comienzo; no elegimos nacer, ni dónde, ni el tiempo en que nos toca vivir; llegamos a la existencia biológicamente prometidos a la muerte y determinados por una ciega y desconocida carga genética, que a su vez condiciona una anatomía o bien de varón o bien de mujer.

No sé lo que es que la iluminación, dudo saber tampoco de manera clara lo que es el ego, tengo los rastros de mis dolorosas caídas. Somos como láminas, enrojecidas por las brasas, plegadas, luego martilladas, sumergidas en agua fría, luego afiladas al punto de cortar todo duda. Tales son los que estudian la gran obra.

Practicar por nada sin esperar nada, ningún resultado, ninguna recompensa, es el verdadero Zen de los budas. Es en general en este momento cuando el hombre ordinario abandona la práctica y es en este momento cuando el buda la comienza.

Maestro Kosen

A lo largo de nuestra vida debemos enfrentarnos a decisiones angustiosas (moral choices). Algunas de ellas son a gran escala; la mayoría de esas elecciones son menos importantes. Pero nos definimos a nosotros mismos por esas elecciones que hemos hecho. Somos efectivamente la suma de nuestras elecciones.

Elegir supondría una desventaja, pero también una cierta entereza: es un buen término, sugiere que un acto podría aportar integridad al precio de una pérdida. En lugar de la entereza que sólo un acto puede aportar, encontramos en el neurótico el rasgo de la cobardía moral señalado por Freud.

#emociones

El conocimiento más práctica crean la sabiduría.

El que observa la melancolía no está triste Psicoanálisis
SALUDYPSICOLOGIA.COM » Psicoanálisis »
Martes 17 de mayo de 2016

El que observa la melancolía no está triste

El conocimiento más práctica crean la sabiduría.

Deje de privilegiar la emoción y de identificarse con ella, tome un poco de distancia y sonría observándole sufrir, porque usted no es esto sino solamente un espectador de esto, no le deje tomar partida en el juego y no lo tome en serio.

La enseñanza zen permite ver y mantener una relación diferente con lo que nos perturba o nos hace sufrir habitualmente.

No es necesario luchar siempre en contra, se trata más bien de volverse íntimo y encontrar la causa profunda.

La angustia o la ansiedad no tienen porque ser forzosamente percibidas siempre como un fenómeno negativo, al igual que la fiebre no es forzosamente un fenómeno negativo en una afección.

#zen

Tal como Lacan indica que las palabras son el punto de apoyo del inconsciente, todo en el universo no es más que una cuestión de punto de apoyo para existir, ser revelado, y tiene que descansar en un punto de apoyo.

Psicoanálisis y Zen Psicoanálisis
SALUDYPSICOLOGIA.COM » Psicoanálisis »
Martes 17 de mayo de 2016

Psicoanálisis y Zen

Tal como Lacan indica que las palabras son el punto de apoyo del inconsciente, todo en el universo no es más que una cuestión de punto de apoyo para existir, ser revelado, y tiene que descansar en un punto de apoyo.

Por ejemplo, el movimiento descansa sobre la inmovilidad, por eso en zazen no hay que moverse. Durante zazen si se quiere descubrir el mundo interior, el mundo del espíritu, el punto de apoyo es el cuerpo. Del mismo modo, sin luz como punto de apoyo, la oscuridad no podría existir y sin oscuridad, la luz no significaría nada. El espíritu siempre toma apoyo en el cuerpo para ser revelado. La substancia misma del cuerpo y de la materia es en sí misma espíritu. Porque no se puede diferenciar materia y espíritu.

Si se diferencian las cosas, es para obtener puntos de apoyo. Por ejemplo pierna derecha, pierna izquierda, para avanzar, para andar, si no tiene una pierna que va detrás, tampoco tiene una pierna que va delante. Igualmente hay que comprender bien, discernir las cosas. Por ejemplo en zazen, ésto se hace evidente rápidamente con el cuerpo, con la materia de nuestro ser, se perciben las cosas. Si no se tiene cuerpo, no se sentirían las cosas. El cuerpo es el punto de apoyo de las sensaciones

El zen, sobre todo cuando se empieza, es bastante difícil. Esta postura es difícil y la primera cosa que usted descubre, es que el cuerpo material es doloroso. Después, se distinguen las diferentes sensaciones de placer y dolor. Hay gente que le toma gusto al dolor. Gente a la que le gusta sufrir o que son masoquistas. Y finalmente uno se da cuenta de que fundamentalmente las distintas sensaciones del cuerpo son realmente nociones. Por tanto, hay que centrar la sensación en su conjunto. Para ésto, de nuevo, hay que tomar apoyo.

La postura de zazen es estricta. Es una postura que la humanidad practica desde un tiempo que no podemos evaluar exactamente pero como mínimo 5000 años, probablemente 10, 100 mil años. En todas las tradiciones en las que aparece, todas las descripciones de esta postura son iguales, exactas, precisas. El humano se sienta sobre un cojín que puede ser un montón de hierba, o incluso aveces, se sienta sobre una piedra, eleva ligeramente el trasero, bascula la pelvis hacia delante, estira la columna vertebral bien recta, la espalda bien recta, la cabeza derecha. Empuja el cielo con la cabeza, tiene las piernas cruzadas en loto o en medio loto, las rodillas apoyadas en el suelo. El punto de apoyo absoluto, donde se tiene la posibilidad a la vez de relajarse y abandonarse totalmente pero al mismo tiempo hay un tono muscular suficiente para permanecer perfectamente vigilante, no dormirse. Y ahí, se observa el propio cuerpo y el propio espíritu.

#psicosis

El sujeto psicótico padece por las consecuencias de un déficit en el nivel de la simbolización. Es un hecho clínico verificable, y no son solo los familiares, que en muchos casos no entienden qué le pasa al psicótico, quienes sufren las consecuencias. Muchas veces es el psicótico mismo quien lo padece y pide ayuda, y eso nos habilita a escucharlo y eventualmente a ofrecerle la posibilidad del psicoanálisis.

Las voces en la psicosis Psicoanálisis
SALUDYPSICOLOGIA.COM » Psicoanálisis »
Sábado 05 de marzo de 2016

Las voces en la psicosis

El sujeto psicótico padece por las consecuencias de un déficit en el nivel de la simbolización. Es un hecho clínico verificable, y no son solo los familiares, que en muchos casos no entienden qué le pasa al psicótico, quienes sufren las consecuencias. Muchas veces es el psicótico mismo quien lo padece y pide ayuda, y eso nos habilita a escucharlo y eventualmente a ofrecerle la posibilidad del psicoanálisis.

Ni Freud, ni Lacan, a pesar de haber dedicado mucho esfuerzo para precisar los mecanismos en juego en la formación de los síntomas, redujeron la psicosis o la neurosis a una cuestión mecánica. Más aún, para ellos ni siquiera el mecanismo es lo decisivo. Volviendo a la referencia princeps de Lacan, el significante nombre-del-padre no es, estrictamente hablando, un significante que pueda escucharse en la mecánica asociativa del relato neurótico, como tampoco puede localizarse en su discurso la sustitución de significantes que Lacan llama metáfora paterna. Se trata más bien de una manera de nombrar un elemento mítico y una operación que también lo es. En síntesis, la forclusión del nombre-del-padre no es la fórmula de un mecanismo, sino de la consecuencia de una toma de posición frente al deseo encarnado por un padre. Es un decirle que no a la posibilidad de que dicho deseo, por así decir, legisle las condiciones de lo deseante. Y así como suponemos una toma de posición del hablante, es decir del deseante, en el tiempo primero de la constitución subjetiva, también podemos reconocer una toma de posición semejante frente a los conflictos que afectan la vida del psicótico. Incluso haber rechazado el acto de nominación proveniente del padre, hace que algunos psicóticos encuentren una mayor libertad a la hora de procurarse o inventarse un nombre propio. No se trata, entonces, de abordar la psicosis como una estructura anónima.

ANGUSTIA DEL OTRO

¿Cómo situar la angustia a propósito de la psicosis?

Confrontado con el deseo del Otro, el neurótico elude la angustia rebajando su deseo a la demanda. El perverso petrifica su propia angustia; pretende que su división subjetiva le sea devuelta desde el Otro. En la psicosis, el desamparo de quien se ofrece como soporte para que el Otro goce despierta la angustia de quien se encuentra en su presencia.

#budismo

El occidental contemporáneo que se hace budista, en realidad está utilizando la sabiduría de Oriente como coartada espiritual, como aliño místico para su particular ensalada vital, elaborada básicamente con gigantescas dosis de narcisismo. El sujeto ilustrado del siglo XVIII, al llegar al final de su andadura, desemboca en lo que, refiriéndose a los años 70 del siglo XX, Tom Wolfe llamó “la década del yo”; en la “cultura del narcisismo” de los 80, según el título del célebre ensayo de Christopher Lasch; y en lo que, hacia 1991, Francis Fukuyama, en El fin de la Historia, denominó “el último hombre”, que cumple la profecía nietzscheana sobre el empequeñecimiento ontológico del hombre occidental. Este sujeto de ego hipertrófico y con un desaforado sentido de su propio yo, basa su vida en el siguiente lema: “Lo que yo deseo, lo que yo siento, lo que yo siento”.

Espiritualidad Budista y Narcisismo Occidental Psicoanálisis
SALUDYPSICOLOGIA.COM » Psicoanálisis »
Viernes 04 de marzo de 2016

Espiritualidad Budista y Narcisismo Occidental

El occidental contemporáneo que se hace budista, en realidad está utilizando la sabiduría de Oriente como coartada espiritual, como aliño místico para su particular ensalada vital, elaborada básicamente con gigantescas dosis de narcisismo. El sujeto ilustrado del siglo XVIII, al llegar al final de su andadura, desemboca en lo que, refiriéndose a los años 70 del siglo XX, Tom Wolfe llamó “la década del yo”; en la “cultura del narcisismo” de los 80, según el título del célebre ensayo de Christopher Lasch; y en lo que, hacia 1991, Francis Fukuyama, en El fin de la Historia, denominó “el último hombre”, que cumple la profecía nietzscheana sobre el empequeñecimiento ontológico del hombre occidental. Este sujeto de ego hipertrófico y con un desaforado sentido de su propio yo, basa su vida en el siguiente lema: “Lo que yo deseo, lo que yo siento, lo que yo siento”.

El dato es innegable: desde 1970, Buda ha triunfado en Occidente. Sobre todo en ciertos ambientes cosmopolitas y más o menos elitistas de nuestras grandes metrópolis, queda muy bien decir que uno “se ha hecho budista”. Y nótese –detalle nada baladí- que nunca se dirá que tal o cual persona “se ha convertido al budismo”. Está noción –conversión, convertirse- se reserva para las religiones de Occidente, pero nunca se aplica a las de Oriente. Así, podremos oír que alguien “se ha convertido al Islam”, pero no que lo ha hecho al hinduismo o al budismo.

Pues bien: precisamente esta diferencia semántica tiene una estrecha relación con la razón por la cual el budismo, entre ciertas élites urbanas, pero también en los medios de comunicación y a nivel popular, ha encontrado en las últimas décadas un eco tan favorable. Y es que una persona puede “convertirse” a una religión; pero el budismo no es una religión en sentido estricto, sino una mentalidad difusa, una sabiduría, una filosofía, una visión del mundo y de la vida humana. En el budismo se prescinde de la noción de Dios. Tampoco hay ninguna “Iglesia budista” institucionalizada, ni fronteras dogmáticas definidas, ni credo, ni rito oficial, ni sacerdocio o jerarquía, ni una autoridad suprema comparable con el Papa católico. De modo que, cuando alguien “se hace budista”, en realidad no entra en ninguna Iglesia o religión tal y como Occidente entiende esta palabra, sino que sólo adopta una cierta espiritualidad.

Ahora bien: si todo esto es así y como fácilmente se entiende, el occidental que se hace budista y que practica su budismo sobre la mullida alfombra de su sala de estar, vive esa espiritualidad de modo absolutamente individual, privado, muy de acuerdo con el talante individualista del Occidente contemporáneo. Desde el siglo XVIII, los occidentales emprendieron el camino del individuo y del subjetivismo; y, llegado el último tercio del siglo XX y decepcionados de la ciencia, la técnica y el progreso, añoraron la religiosidad perdida y la reencontraron justamente en la filosofía mística de Oriente, basada en la concentración, la meditación y la relajación. Pero, sobre todo, para el occidental contemporáneo que emerge hacia 1970 y llega hasta el año 2000, las religiones orientales ofrecen el decisivo atractivo de poderse practicar de modo individualista, es decir, según el pathos propio de la moderna cultura occidental, que es básicamente una cultura del individuo.

Sin Dios y sin Crucificado; sin iglesias, dogmas, ritos ni festividades; también sin cielo ni infierno, y sin unos problemáticos siglos de historia con cuyos errores, contradicciones e incoherencias tener que cargar. Así pues, nada de esto: sólo yo y nada más que yo, en el salón minimalista de mi apartamento, sentado en la postura del loto, con los ojos suavemente cerrados y meciéndome entre el aroma del incienso y las ondas rítmicas de un CD de relajación.

#transferencia

La transferencia constituye una noción fundamental del psicoanálisis, a punto tal que ha llegado a definir el acto analítico mismo. En este sentido, Freud planteaba en su Presentación autobiográfica, que el análisis sin transferencia es una imposibilidad. A lo largo de los años, Freud fue de alguna manera “descubriendo” la transferencia –o mejor dicho, tropezando con ella al modo de un obstáculo y una resistencia. A grandes rasgos, lo que puede describirse en un nivel fenomenológico es que durante el curso de ese recuerdo hablado en análisis, el paciente comienza a comportarse curiosamente hacia el analista.

Introducción al concepto de transferencia Psicoanálisis
SALUDYPSICOLOGIA.COM » Psicoanálisis »
Jueves 24 de septiembre de 2015

Introducción al concepto de transferencia

La transferencia constituye una noción fundamental del psicoanálisis, a punto tal que ha llegado a definir el acto analítico mismo. En este sentido, Freud planteaba en su Presentación autobiográfica, que el análisis sin transferencia es una imposibilidad. A lo largo de los años, Freud fue de alguna manera “descubriendo” la transferencia –o mejor dicho, tropezando con ella al modo de un obstáculo y una resistencia. A grandes rasgos, lo que puede describirse en un nivel fenomenológico es que durante el curso de ese recuerdo hablado en análisis, el paciente comienza a comportarse curiosamente hacia el analista.

Una vez reconocida, la transferencia es teorizada por Freud dentro de lo que se conoce como sus Escritos Técnicos, destacando fundamentalmente dos notas de la misma: el amor y la repetición. En este punto, lo que el autor plantea es que por el efecto conjunto de sus disposiciones innatas y de los influjos que recibe en la infancia, el ser humano adquiere una especificidad determinada para el ejercicio de su vida amorosa (un cliché) que se repite de manera regular en la vida, siempre que se den las condiciones exteriores apropiadas. Por lo tanto, el psicoanalista va a ser investido de acuerdo con un modelo, es decir, anudado a un cliché preexistente. 

Disposiciones innatas + Influjos de la infancia = Un cliché en la vida amorosa  (que se repite también en la relación con el médico) 

Un punto fundamental que señala Freud es que la transferencia constituye un fenómeno humano general, que excede ampliamente la situación analítica. No es la cura la que crea la transferencia, sino más bien el sitio donde se cristaliza el acontecimiento. En sus palabras: “no corresponde anotar en la cuenta del psicoanálisis aquellos caracteres de la transferencia, sino atribuírselos a la neurosis” (Freud, 1912, p. 99). Por lo tanto, este fenómeno se presentaría también en la relación con un médico, un psiquiatra o un psicoterapeuta. Lo que marcaría la especificidad del psicoanálisis es que en él se opera y maniobra con ella. De esto se desprende que la transferencia no es patrimonio de la consulta con el analista, lo original del psicoanálisis es el qué hacer con ella.  

#lacan

Notas extraídas del Seminario I de Jacques Lacan . . . 

Clase 3 / Seminario I: LOS ESCRITOS TÉCNICOS DE FREUD (1953 – 1954) - Jacques Lacan Psicoanálisis
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Miércoles 23 de septiembre de 2015

Clase 3 / Seminario I: LOS ESCRITOS TÉCNICOS DE FREUD (1953 – 1954) - Jacques Lacan

Notas extraídas del Seminario I de Jacques Lacan . . . 

Si algo hace la originalidad del tratamiento analítico es justamente el haber percibido, desde su origen y de entrada, la relación problemática del sujeto consigo mismo.  El hallazgo propiamente dicho, el descubrimiento, consiste en haber puesto esta relación en conjunción con el sentido de los síntomas. El rechazo de este sentido es lo que le plantea al sujeto un problema. Este sentido no debe serle revelado, debe ser asumido por él.

Es imposible en la experiencia analítica considerar el cambio de estilo del sujeto como prueba de la justeza de una interpretación. Considero que lo que prueba la justeza de una interpretación es que el sujeto traiga un material que la confirme. Y aún esto debe ser matizado.

Una interpretación de ego a ego, o de igual a igual es una interpretación cuyo fundamento y mecanismos en nada pueden distinguirse de la proyección.

Desde el momento en que se pone a dos sujetos en el mismo campo – digo dos, no tres –  los sentimientos son siempre recíprocos.

#lacan

Notas extraídas del Seminario I de Jacques Lacan . . . 

Clase 2 / Seminario I: LOS ESCRITOS TÉCNICOS DE FREUD (1953 – 1954) - Jacques Lacan Psicoanálisis
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Clase 2 / Seminario I: LOS ESCRITOS TÉCNICOS DE FREUD (1953 – 1954) - Jacques Lacan

Notas extraídas del Seminario I de Jacques Lacan . . . 

El campo de Freud es la verdad del sujeto.

Se trata de la realización de la verdad del sujeto, como dimensión propia que ha de ser aislada en su originalidad en relación a la noción misma de realidad.

El análisis como ciencia es siempre una ciencia de lo particular. La realización de un análisis es siempre un caso particular, aún cuando estos casos particulares, desde el momento en que hay más de un analista, se presten, de todos modos, a cierta generalidad. Pero con Freud la experiencia analítica representa la singularidad llevada a su límite, puesto que él estaba construyendo y verificando el análisis mismo.

“Nosotros que nos interesamos, no tanto en esta verdad, como en la constitución de las vías de acceso a esta verdad”

#lacan

Notas extraídas del Seminario I de Jacques Lacan . . . 

Clase 1 / Seminario I: LOS ESCRITOS TÉCNICOS DE FREUD (1953 – 1954) - Jacques Lacan Psicoanálisis
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Clase 1 / Seminario I: LOS ESCRITOS TÉCNICOS DE FREUD (1953 – 1954) - Jacques Lacan

Notas extraídas del Seminario I de Jacques Lacan . . . 

Ubica una etapa intermedia de Freud: entre 1904 y 1909. Previa a la elaboración de la teoría estructural.  

1909: momento de las conferencias en la Clark University. 

Lacan no comienza por el artículo Estudios sobre la histeria, entre otras razones, porque no había sido aún traducido al francés.

El punto de partida de Freud fue la noción de la reconstitución completa de la historia del sujeto como elemento esencial, constitutivo, estructural, del progreso analítico.

#lacan

Notas extraídas del Seminario I de Jacques Lacan . . .

Seminario I: LOS ESCRITOS TÉCNICOS DE FREUD (1953 – 1954) - Jacques Lacan Psicoanálisis
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Seminario I: LOS ESCRITOS TÉCNICOS DE FREUD (1953 – 1954) - Jacques Lacan

Notas extraídas del Seminario I de Jacques Lacan . . .

Con La interpretación de los sueños es re-introducido algo de esencia diferente a la ciencia, algo de una densidad psicológica concreta: El Sentido.

Desde el punto de vista cientificista, Freud pareció entonces coincidir con el más arcaico pensar: leer algo en los sueños.

Nuestra tarea es re-introducir el registro del sentido a su propio nivel.

Los conceptos poseen su orden original de realidad. No surgen de la experiencia humana.

#perversión

“En ninguna persona sana faltará algún complemento de la meta sexual normal que podría llamarse perverso, y esta universalidad basta por sí sola para mostrar cuán inadecuado es usar reprobatoriamente el nombre de perversión”. (Freud, 1905, p. 146).

Perversiones en la obra de Freud (III parte) Psicoanálisis
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Perversiones en la obra de Freud (III parte)

“En ninguna persona sana faltará algún complemento de la meta sexual normal que podría llamarse perverso, y esta universalidad basta por sí sola para mostrar cuán inadecuado es usar reprobatoriamente el nombre de perversión”. (Freud, 1905, p. 146).

Órganos con más de una función: Zonas erógenas 

Hay experiencias que corroboran la enorme plasticicidad de la pulsion sexual, como por ejemplo, lamer excrementos, tomar pis, comer insectos, etc. Y en esta superación de las resistencias (la vergüenza, el asco, el horror y el dolor) nos alejamos de la meta sexual normal.

“Pero ni aun en estos casos puede abrigarse la expectativa cierta de que se trate regularmente de personas con otras anormalidades graves, o enfermos mentales”. (Freud, 1905, p. 146).

“En la mayoria de los casos podemos encontrar en la perversion un carácter patologico, no por el contenido de la nueva meta sexual, sino por su proporción respecto de lo normal.” (Freud, 1905, p. 146).

#perversión

Niños y perversos hacen necesaria la extensión del concepto de sexualidad. Es genitalidad y tambien algo más allá de lo genital. La sexualidad ya no sólo es entendida como genitalidad sino construyendo un campo donde el sexo quedará aislado del Saber. (Masotta, Lecciones de Introducción al Psicoanálisis, 2006).

Perversiones en la obra de Freud (II parte) Psicoanálisis
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Perversiones en la obra de Freud (II parte)

Niños y perversos hacen necesaria la extensión del concepto de sexualidad. Es genitalidad y tambien algo más allá de lo genital. La sexualidad ya no sólo es entendida como genitalidad sino construyendo un campo donde el sexo quedará aislado del Saber. (Masotta, Lecciones de Introducción al Psicoanálisis, 2006).

Freud y el discurso del Amor: El amor por lo aberrante

Freud comienza sus tres ensayos describiendo la concepción vulgar de la sexualidad. Esta consistiría en creer que falta en la infancia, que sólo advendría en la epoca de la pubertad, tras el proceso de maduración y que se determinaría en la vida adulta a través de la unión sexual. Su manifestacion cultural y de época resultó convenir en un objeto - el sexo opuesto - y un fin – el coito. Situación que no representa nuestra actualidad: más de 1 objeto – más de 1 fin.

Siguiendo esta opinión vulgar no podríamos concebir ni entender como es que hay hombres que tienen sexo con muertos, con mascotas, con bebes, con insectos, torturandose e inflingiendose dolor a ellos o a su pareja y sin aburrir con la lista de parafilias, ¿que explicación de ello? Aún más, “…ni siquiera el interes sexual exclusivo del hombre por la mujer es algo obvio, sino un problema que requiere esclarecimiento…” (Freud, 1905, p. 132). Freud esta en la pista, no dar nada por obvio, o en nuestros tiempos: por natural.

Entonces es del orden de la experiencia lo que nos lleva a descubrir la existencia de numerosas desviaciones respecto al objeto sexual (invertidos, pedófilos, fetichistas y zoofílicos) y respecto de la meta sexual.

#perversión

El trabajo de Freud titulado: “Tres ensayos de teoría sexual (1905)” fue traducido y publicado por Amorrortu editores, tomando como referencia la sexta edición alemana de 1925, es decir, la última versión publicada en vida de Freud. Esto significa una ventaja, entendida como atajo, para conocer cuál había sido y cuál fue la posición de Freud respecto a La Perversión desde 1905 a 1925.

 

Perversiones en la obra de Freud (I parte) Psicoanálisis
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Miércoles 23 de septiembre de 2015

Perversiones en la obra de Freud (I parte)

El trabajo de Freud titulado: “Tres ensayos de teoría sexual (1905)” fue traducido y publicado por Amorrortu editores, tomando como referencia la sexta edición alemana de 1925, es decir, la última versión publicada en vida de Freud. Esto significa una ventaja, entendida como atajo, para conocer cuál había sido y cuál fue la posición de Freud respecto a La Perversión desde 1905 a 1925.

 

¿Qué paso con los psicoanalistas que ya no se entienden con las perversiones?

Freud parte de observaciones clínicas y allí encuentra «factores sexuales», asociados, en la causación de la neurosis de angustia, neurastenias y psiconeurosis. Este hallazgo le conduce a ampliar su investigación sobre la sexualidad (investigación que tiene sus antecedentes en la correspondencia con Fliess).

En la carta 52,  Freud ubica a la perversión como consecuencia de vivencias sexuales prematuras, en cuyo caso, la defensa no habría sobrevenido. Dos de las razones que ubica son: o bien el aparato psíquico no estaba aún completado o no se produjo defensa alguna. Condiciones que no son excluyentes y al mismo tiempo dejan igualdad de peso en la causalidad. Freud (1986) resume diciendo que “La condición parece ser que la defensa no sobrevenga…” (p. 277).

Freud dibuja un cuadro y escribe en la columna de perversión: Represión imposible o no intentada; a diferencia de la paranoia, la neurosis obsesiva y la histeria, en donde si habría sobrevenido la defensa.

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